D. QUIJOTE ILUSTRADO POR J. SEGRELLES
Recordamos con el NODO del 12 de diciembre del año 1966, la presentación de D. Quijote de la Mancha editado por la Espasa-Calpe con las ilustraciones de J. Segrelles. 400 años después de la muerte de Cervantes y 50 años después de las ilustraciones de Segrelles. (Clikear y avanzar al minuto 1' 34'' )
D. Quijote adaptado al Japonés por Nobuaki Ushizima con ilustraciones de J. Segrelles
José
Segrelles Albert, nació en Albaida (Valencia), en Marzo de 1885. Fue
en su ciudad natal, discípulo de Isidoro Garnelo y recibió posteriormente
algunas lecciones del Pintor Sorolla en la Academia de Bellas Artes de San
Carlos de Valencia, terminando sus estudios en la Lonja de Barcelona.
"El
Famoso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, en los ratos que estaba ocioso, se
daba a leer libros de caballerías con tanta afición y gusto, que olvidó casi de
todo punto el ejercicio de la caza, y aún la administración de su hacienda; y
llegó a tanto su curiosidad y desatino en esto, que vendió muchas hanegadas de
tierra de sembradura para comprar libros de caballerías en que leer, y así,
llevó a su casa todos cuandos pudo haber de ellos..."
También José Segrelles, al
igual que el Caballero de la triste figura, solía sumergirse en el infinito y
apasionado mundo de la lectura, y ésta que en D. Quijote le despertaba el ansia
de conquistar tierras y ganar batallas que le hiciesen famoso como valiente
Caballero, en José Segrelles, la lectura era la base y punto de partida, para,
dándole forma, crear todos los paisajes con sus personajes que conociese en
cada historia. Para ilustrar cualquier libro, Segrelles tenía que profundizar
en él y en algunos casos leerlo hasta dieciocho veces como le ocurrió con Don
Quijote de la Mancha.
Segrelles visitó las tierras
de Dulcinea, donde recogió apuntes de Ventas, corrales, patios, fachadas y
molinos manchegos. A pesar de ello, estas primeras ilustraciones nos recuerdan
al Quijote ilustrado por Gustavo Doré aunque no por ello dejó de conseguir una
interpretación austera impregnada de esencia española, alejándose así del
romanticismo de las ilustraciones de Doré.
Aunque el Quijote ilustrado
por Segrelles que le dió fama fue y lo sigue siendo es el publicado en 1966 por
la Editorial Espasa-Calpe, es justo recordar que anteriormente a ésta edición,
a principios de los años treinta, el barcelonés Ramón Mir lo editó en formato
de cromos para Chocolates Amatller. Eran dibujos escuetos de escaso interés
técnico, aunque muy buscados ahora por los coleccionistas, al igual que ocurre
con los otros ochenta cromos de la serie de Grandes Cacerías para los mismos
Chocolates Amatller.
Tanto las ilustraciones que
en principio hizo para Amatller como las que luego hizo para Gallach, retratan
además de la meseta manchega, su color, su gente y cualquier otro detalle que
contribuye a crear esa atmósfera que da vida a cada estampa, algo así como si
José Segrelles hubiese estado en el lugar e instante que ocurre cada historia.
Seguramente la obra de
Cervantes ha sido de todas las de la Literatura Universal, la más ilustrada, desde
que en el año 1605 Juan de la Cuesta imprimiese el primer Quijote; y desde
entonces han sido muchos los ilustradores que por encargo se han ocupado de
ésta obra. El Quijote ilustrado por Segrelles, es como él mismo dijo, el
vértice de toda su carrera artística y por otra parte un poco la propia
historia de la Editorial que lo publicó.
En 1918, Segrelles con
treinta y tres años, se estaba especializando dentro del mundillo de las Bellas
Artes, en la ilustración de textos por ello y tal como le ocurriría tres años
más tarde con Vte. Blasco Ibáñez, D. José Gallach entonces director de la Casa
Calpe, halló en Segrelles, el artista idóneo para la lujosa edición de un
Quijote ilustrado que tenían en proyecto. Segrelles entusiasmado con la idea,
puso todo su talento y buen hacer en la Obra de Cervantes y así dos años
después había concluido las noventa ilustraciones que se le encargaron.
Como era su costumbre antes
de entregar los trabajos, los exponía al público; así de la muestra en las
"Galerías Layetanas" de Barcelona, en Abril de 1921 "La Gaceta
de Cataluña" decía: "... D.
José Segrelles, es valenciano y expone una nutridísima colección de obras entre
las cuales figuran preciosas ilustraciones del Quijote. En el conjunto de la
obra del Artista valenciano, se ve al genio consciente que construye, dibuja y
pinta sin dudas, ni cortapisas, dominando absolutamente todas las dificultades.
En los cuadros hay luz, ambiente, color y carácter local".
Sobre la misma exposición,
Joaquín Ciervo en el "Noticiero Universal" escribía: "... Sorprende en éste extraordinario
Ilustrador la prodigiosa memoria que supone trabajar con la retina, si de
memoria compone y resuelve aquellas deliciosas páginas gráficas. En ésta índole
de trabajo, el modelo casi no interviene puesto que son accesos de inspiración
repentina, lo que guía v también manda la parte prosaica. Podemos asegurar sin
temor a equivocarnos que Segrelles posee cuatro cualidades que son
indispensables para todo buen Ilustrador, posee sensación, evocación,
asimilación y ejecución”. Cuando la
fuerza de su fantasía, evoca las escenas que el escritor le sugiere, las
presenta en forma real y eso que jamás existieron. En donde nos representa a
Don Quijote se funde el dibujante con la exaltada preocupación del héroe de
Cervantes, de modo justo y elevado. Vemos que Segrelles será uno de los ilustradores
predilectos de los libros españoles."
En la "Tribuna"
periódico también de Barcelona, es en el que entre otros, vemos que hace mención
al insigne novelista Vte. Blasco Ibáñez, quién acudió a la inauguración de la
exposición de Segrelles en las Galerías Layetanas y añadía: "...Si como pintor es un estudioso devoto de
la naturaleza y un discreto retratista como ilustrador es sencillamente
formidable. Las ilustraciones de Segrelles, engendradas por una fantasía
poderosa y ejecutadas con una facilidad y una soltura insuperables, impresionan
de un modo definitivo, colocándole en el rango de los más altos ilustradores
mundiales y tal vez en el primer lugar entre los españoles."
A partir de 1920 la
Editorial Calpe, empieza a experimentar cambios de domicilio con lo cual todo
el patrimonio o material que no tenía que ser utilizado en ese momento se
embaló y guardó convenientemente. Entre 1918 y 1922 realizó con destino al
Quijote, u total de cincuenta y cuatro óleos, treinta y ocho acuarelas y 126
dibujos a plumilla. En 1925 se fusionaron las editoriales Espasa y Calpe y
aunque en varias ocasiones insistieron en buscarlas, lo cierto es que todo el
trabajo que Segrelles había realizado se había perdido.
En abril del año 1921
presentó Segrelles una selección de estos originales en las "Galerías
Layetanas".
Enric Jardí al hablarnos del
mundillo de la crítica y salas de exposiciones de la Barcelona de principios de
siglo enumera los dos tipos existentes de galerías: la "vanguardista"
y " tradicional".
La Vanguardia catalana
acostumbraba exponer en la galería abierta por Josep Paiau, quien a su regreso
de París abrió una sala en la calle Pí, trasladándola más tarde a la de
Portaferrisa y finalmente a la de Gracia. En ella expusieron Joan Miró,
Salvador Dalí, Juan Gris, Duchamp y Van Donghen.
Santiago Segura representa
al promotor de arte más tradicional, creando dos establecimientos: "Faians
Cátala "y "Galerías Layetanas". Segrelles se inició en 1911 en
el "Faians Cátala", haciéndolo ahora —1921— en las "Galería
Layetanas".
El albaidense muestra una
selecta antología de su obra, presentando por vez primera la dicotomía
óleos/ilustraciones. Ejemplos de la primera técnica son dos bodegones y varios
retratos "Mi padre", "Mi madre" o "la señora de
Capuz'") y de la segunda los originales publicados por Salvat en
"Hojas Selectas" y las ilustraciones del "Quijote" (Calpe).
Un amplio repertorio crítico
nos posibilita constatar el impacto causado por Segrelles en ambas vertientes
artísticas. "La Gaceta de Cataluña": "En el conjunto de la obra
del artista valenciano, se ve el genio consciente que construye y dibuja sin
dudas ni cortapisas, dominando todas las dificultades. Las figuras son gráciles
y se diría que viven sobre las telas. En los cuadros hay luz, ambiente, color y
carácter local. En algunas cabezas se transparentó la solidez técnica
velazqueña y en los efectos de luz, acuden a la memoria las obras del eminente
Sorolla'.
Joaquín Ciervo escribe en
"El Noticiero Universal": "Segrelles es un pintor que no
abandona la lucha y que desde los estudios académicos hasta el cuadro de género
gusta pulsarse a sí mismo. Junto a los óleos pintados con donaire que acusa
facilidad de ejecución, muy bien construidos, sólidamente apuntados, la cumbre
de la exposición son las ilustraciones.
Sorprende el extraordinario
ilustrador. Podemos asegurar sin temor a equivocarnos que reúne cuatro
cualidades que son imprescindibles para todo buen ilustrador: sensación,
evocación, asimilación y ejecución.
Es muy notable que el
artista no es amanerado, no adquiere hábitos de rutina , cosa harto fácil en
quien debe producir supeditado a criterios ajenos, y por el contrario sabe
sacar bellezas con habilidades técnicas, seguridad que entrefunde líneas y
color, lo que da visión de lo que lee. Vemos que será uno de los ilustradores
predilectos de los libros españoles".
Manuel Marienel.lo
—comentarista de todas las muestras anteriores, será quien mejor valore los
progresos y la doble vertiente del pintor— señala en "Las Noticias":
"Pertenece Segrelles a esta serie de artistas valencianos que, según frase
feliz de nuestro gran poeta Jacinto Verdaguer "Pastan la luz del sol en su
paleta".
Segrelles es un orgíaco del
color, un artista consciente que no abandona el cuerpo deslumbrante por el
ropaje, puesto que dibuja, ajusta y construye como corresponde. A demás
Segrelles es un hombre laborioso, demasiado laborioso tal vez para alcanzar
aquella perfección a que tiene derecho su arte, puesto que se prodiga, así en
el cuadro como en la decoración y la ilustración editorial.
En el cuadro de asunto, en
el desnudo, en el retrato y en el bodegón, se nos ofrece Segrelles como un
artista discreto y habilísimo, dueño de sí mismo y de su espléndida paleta. Su
impresionismo es robusto y vehemente, su mano segura y con frecuencia sabia, el
dominio de la técnica poco menos que absoluto. Sus pinturas resultan
atrayentes, recordando dentro de su modernidad manifiesta, aquella famosa
escuela valenciana iniciadora del realismo dentro de la pintura española. En
Segrelles creemos ver un pintor de cuerpo entero.
Los originales dedicados a
la ilustración son espléndidos y de un modo particular los correspondientes al
Quijote. Esta exposición es una de las más notables del año artístico".
"La Vanguardia"
decía: "Si como pintor es un estudioso devoto y un discreto retratista,
como ilustrador es sencillamente formidable. Las ilustraciones de Segrelles, engendradas
por una fantasía poderosa y ejecutadas con gran habilidad y soltura
impresionables, le colocan en el rango de los más altos ilustradores mundiales
y tal vez el primero de los españoles".
"La Tribuna"
(Diario de la noche), comentaba: "Demuestra tener una técnica habilísima y
una imaginación inagotable y variada. Como ilustrador de obras literarias
manifiesta cuán bien dotado está para sobresalir, y sobresale en esta
especialidad dentro del efectismo que le place, por buscar a menudo en
antítesis de luz un elemento que acrecentó la sensación que pretende
acusar".
Eusebio Corominas apunta en
"El Diluvio": Conoce bien el oficio en su doble calidad de dibujante
y colorista. Se preocupa por el dibujo, el ambiente social, las costumbres, los
tipos, trajes, etc..."
Alfredo Opisso, matizaba en
"Hojas Selectas": "Nunca, como en el transcurso del pasado y
presente siglo ha llegado a tal grado de esplendor el arte pictórico
valenciano, bastando recordar los nombres de Domingo, Marqués, Emilio Sala,
Pinazo, Muñoz Degrain, Sorolla... A esta escuela pertenece el joven artista
José Segrelles, que si bien avecinado ha tiempo en Barcelona, aparece con todas
las cualidades de los pintores de su tierra".
"L'Esquella de la
Torraxa ", señalaba: "En Segrelles es un excel·lent i il·lustrador de
llibres i un pintor de cap d'àla. No entreu a les Galeries Laietanes amb el
barret posat. Us l'haurien de traure’l per força".
Segrelles debió valorar el
juicio crítico que descubre en él a un espléndido ilustrador y a un discreto
pintor (retrato, desnudo, bodegón).
José Segrelles seguía
ganando fama y cosechando triunfos con su trabajo. "La Esfera"
publicó algunas ilustraciones de las novelas de Blasco Ibáñez y a raíz de ésto,
la revista inglesa The Ilustrated London News, le pidió que colaborase en sus
números extraordinarios así lo hizo desde 1927 hasta 1935. Uno de los mejores
años del artista, fue 1929; la mencionada revista que también llegaba a Estados
Unidos, publicó en ese año unas ilustraciones del Quijote. Además fue el año en
el que se le otorgó la Medalla de Oro en la Exposición Universal de Barcelona
en la sección de Dibujo y por otra parte los encargos que le llegaban desde Norte
América eran tantos que para poderlos atender con la rapidez y seguridad que
las editoriales exigían por costumbre, decidió trasladarse a Nueva York donde
su valía como ilustrador de textos pero sobre todo su ingenio como cartelista
eran de sobra conocidas, lo que no solo le facilitó el ganar mucho dinero, sino
el adquirir merecida fama como lo prueban el eco que se dio a su exposición en
el Roerick Museum de New York y la portada a color que "The New York
Times" le dedicó en 1932.
Ocupado con los encargos
religiosos para las iglesias de importantes ciudades de la provincia de
Valencia, concluida y apunto de editarse la segunda entrega de Las Mil y una
noches de Salvat de Barcelona, a finales
del mes de mayo de 1956, recibe un telegrama de Madrid, anunciándole que han
encontrado los originales y retoman el proyecto de los años veinte para lo cual
han de restaurarse aquellas setenta y nueve obras recuperadas y
completar la edición con otros doce óleos.
Las Florecillas de San
Francisco, Las Mil y una Noches, La Historia de España, La Divina Comedia de
Dante, numerosísimos carteles publicitarios y otros deportivos. La Guerra Civil
Española que pasó en Albaida; y tras ésta los abrumadores encargos religiosos
para llegar a 1956 cuando Segrelles ya saboreaba holgadamente la recompensa de
toda su carrera artística, un telegrama de Madrid, le comunica que habían
encontrado un centenar de ilustraciones de D. Quijote fechadas a principios de
siglo y que retomaban el viejo proyecto, encargándole diez ilustraciones más.
El primer tomo se terminó de imprimir el 18 de Marzo de 1966 coincidiendo con
el ochenta y dos cumpleaños de Segrelles y el segundo tomo se terminaba el 23
de Abril del mismo año, fecha conmemorativa del trescientos cincuenta
aniversario de la muerte de Cervantes.
La edición consta de
dos volúmenes con 106 ilustraciones a todo color y 125 plumillas. De su
impresión es digno de subrayar que el texto fue revisado minuciosamente con la
característica de que ninguna palabra aparece cortada al final de una línea, significando
un verdadero alarde en su composición.
Finalmente, en Diciembre de
1966, salía a la luz la lujosa edición de Don Quijote de la Mancha Ilustrado
por José Segrelles. Su presentación en Madrid con la colaboración de la
Editorial Espasa-Calpe, tenía lugar en la Sala Goya del Círculo de Bellas Artes
de Madrid con la Exposición de todas las ilustraciones y la asistencia de
personalidades políticas, artistas y representantes del mundo editorial,
quienes rindieron una vez más, un afectuoso homenaje a nuestro Ilustre Pintor
Segrelles. La exposición se repitió posteriormente en la Sala Pares de
Barcelona y en las Galerías San Vicente de Valencia. Toda la Prensa nacional y
otros medios de comunicación, dieron la noticia, elevando definitivamente al
Artista José Segrelles a la categoría del Mejor Ilustrador Universal.
José Segrelles,
fallecía en Albaida, el tres de marzo del año 1969.
Bibliografía:
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español, ilustrador universal de Bernardo Montagud (1978).
-José
Segrelles Albert: biografía pictórica (1885-1969) de Bernardo Montagut; Alzira:
Comissió Falla Plaça Major, 1985.
-Segrelles:
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(2003): J. Segrelles y su Casa Museo, Albaida, Casa Museu del Pintor Segrelles.
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-Les
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-Segrelles – El Laberinto de la
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